El arzobispo de Managua, Nicaragua, cardenal Leopoldo Brenes, defendió la labor de la Conferencia Episcopal Nicaragüense en su papel de mediadora en el diálogo nacional durante una entrevista al diario italiano Avvenire. El cardenal Brenes afirmó que los sacerdotes «prestan una ayuda humanitaria y no política».
El papa Francisco siempre dice que, frente a demasiadas guerras en el mundo, la Iglesia debe ser un hospital de campaña. Las parroquias de Nicaragua son hospitales de campo abiertas a todos, sin diferencias en posiciones políticas.
A menudo están en el sentido literal del término. Creamos pequeñas salas de emergencia para atender a los heridos. Repito: cualquier persona herida: policía o manifestante», recalcó el cardenal nicaragüense.
Sobre la normalidad que dice el gobierno que se vive actualmente en el país, el arzobispo estimó que es una “normalidad fuera de lo común” y que “aún hay descontento” en la población.
«Desde la tarde las ciudades están desiertas. Incluso tuvimos que suspender las celebraciones litúrgicas nocturnas. El descontento está ahí. Las marchas son menos intensas. La Alianza Cívica, que reúne a las diferentes fuerzas de oposición, está buscando nuevas estrategias para lograr el cambio que la gente quiere», dijo el cardenal Brenes al diario italiano Avvenire.