
Las Familias Misioneras (FAMISION), como parte de las Obras Misionales Pontificias de la Arquidiócesis (OMP-A), están redescubriendo a la familia como fuente de felicidad y que existe para cumplir con los fines que Dios le asigna, un espacio donde se aprende a apreciar y a vivir los valores del Reino. No ajustarse al mundo (Fundamento: Romanos 8, 28–31)
¿Te has puesto a pensar en lo que los anuncios de la calle, de la televisión y de la radio nos transmiten en realidad? Nos bombardean de publicidad que vende: una vida “light”, vida egoísta, placer, poder, el parecer y poseer, para desear y buscar nuestra propia satisfacción y bienestar. En esa línea dejan de tener sentido valores como: fidelidad, generosidad, paciencia, tolerancia, sacrificio y amor.
¿Cómo podemos contrarrestar tantos mensajes egoístas del mundo?La familia es el lugar y la escuela en donde se aprenden el amor, el sacrificio, el ceder, la ayuda mutua, el buscar el bien de los demás y no el propio. Por esto, los padres y los hijos deben aprovechar el tiempo, para platicar de los valores que el mundo nos quiere quitar, creandovínculos afectivos y aceptando a cada miembro de la familia tal como es, con cualidades y defectos.
En Familias Misioneras se contribuye a la búsqueda del espíritu misionero de llevar este mensaje a otras familias, que están pasando este tipo de dificultades. Se ha visto el cambio o el giro que han tenido muchas familias, las cuales han encontrado diálogo, oración, fe y un compromiso sincero de seguir cuidando y defendiendo su familia.
Diálogo con los adultos
• ¿Estoy cumpliendo con el juramento del sacramento del matrimonio en ser fieles en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, todos los días de la vida?
• ¿Para qué me ha dado Dios a mis hijos e hijas?
• ¿Les he inculcado una escala de valores cristiana, firme y verdadera?
• ¿Doy testimonio de vida cristiana en mi Familia?
• ¿Cómo puedo ayudar a otras familias a superar situaciones similares?
Diálogo con los niños
• ¿Mi familia me ayuda a aprender cómo ser feliz y vencer las dificultades?
• ¿Escucho los consejos de mis padres?
• ¿Doy testimonio cristiano como hijo y hermano?
• ¿Cuáles son mis fortalezas y debilidades para superar dificultades?
• ¿Cómo puedo ayudar a otros?
Compromisos
1. Orar en familia e individualmente por cada persona del grupo familiar, por los vecinos, niños, ancianos, enfermos y todas las familias especialmente de la Diócesis.
2. Ser obedientes a nuestros padres.
3. Expresar el cariño a nuestros hijos, hermanos, padres, familiares y hermanos en la fe.
4. Hablar diariamente con Jesús y hablar de él a nuestras amistades.