Con una Eucaristía y prédica de Monseñor Juan José Pineda, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, el Movimiento Cursillos de Cristiandad conmemoró el quincuagésimo primer aniversario de presencia en la capital hondureña
Texto y fotos: Eddy Romero
Una fiesta “de colores” se vivió anoche en la parroquia San Martín de Porres de esta capital, al celebrar el 51 aniversario de presencia del Movimiento Cursillos de Cristiandad. Decenas de feligreses asistieron a la celebración eucarística por esta memorable fecha.
Monseñor Juan José Pineda, presidió la Misa, junto al padre Pablo Hernández, conciliar de los Cursillos y el sacerdote Carlos Rubio, párroco de San Martín de Porres.
El obispo invitó a los cursillistas a vivir con intensidad su cuarto día, les exhortó a servir en las diferentes instancias que las parroquias ofrecen y recalcó la importancia de “la triple balanza acción, piedad y estudio” que rige de cierta manera el camino de este movimiento.
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Posterior a la Eucaristía, se tuvo la tradicional Ultreya, en donde el prelado hondureño expuso una disertación sobre el segundo Sínodo Arquidiocesano y los principales retos que es esta experiencia de “caminar juntos” dejará no sólo a la Iglesia sino a Cursillos de Cristiandad.
Hoy por la noche, están a cargo de la celebración por la novena de la parroquia San Martín, sede de este movimiento y el próximo sábado tendrán una cena bailable para conmemorar un aniversario más de fundación.
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Son más de 50 años que este movimiento sigue brindando líderes para la sociedad hondureña, cristianos comprometidos con su entorno social y en pro de la construcción del Reino de los cielos.